Summary: | A partir de algunas de las ideas formuladas por el profesor garcía de cortázar en su trabajo “elementos de definición de los espacios de poder en la edad Media” (2002), y de una reflexión sobre cómo el mantenimiento de un diálogo rey-reino condicionó el desarrollo de las monarquías medievales, se tratará en este texto de analizar el modo en que se proyectaba el poder monárquico en la castilla de la segunda mitad del siglo XiV repasando, entre otros elementos, los desplazamientos de la corte, los lugares de residencia y enterramiento de los reyes, las entradas reales y las celebraciones. se pretende así indagar en el proceso de construcción y evolución de una geografía del poder; esto es, un espacio físico representativo del reino, que podía corresponderse o no con los límites territoriales de dicho reino, y dentro del cual el monarca interactuaba con el pueblo. Dicho espacio sería el formado por los lugares que el rey visitaba con frecuencia y en los cuales se “manifestaba”, ya fuese mediante ceremonias (reuniones de cortes, entradas, fiestas, recepciones,…), ya dejando en ellos una huella material (palacio, tumba, …). Para diseñarlo sería necesario repasar cuidadosamente los itinerarios de los monarcas tratando de diferenciar en todo momento al rey de la corte y, en la medida de lo posible, de aislar al primero. con ello se perfilarían unos mapas que permitirían situar, en el conjunto de territorios bajo poder real que se comprendían dentro de los límites fijados por las fronteras políticas, una serie de espacios de gobierno en una época en la que no existía, y ni tan siquiera comenzaba a concebirse, una capital política. el presente trabajo, de ambiciones limitadas, pretende tan solo bosquejar algunas líneas de trabajo atendiendo de manera especial al modo en que puede utilizarse como fuente el escrito cronístico de Pedro López de ayala, que comprende los reinados de Pedro i, enrique ii, Juan i y enrique iii.
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