Resumo: | En este texto tratamos de dar un testimonio, basado en una relación de varias décadas con Mariano Álvarez Gómez, sobre su dedicación al pensamiento de Nicolás de Cusa y a su divulgación en el mundo ibérico. Al mismo tiempo que subrayamos su profundo conocimiento de la obra del Cardenal alemán, intentamos mostrar cómo ese conocimiento se basaba en una relación afectiva con el pensamiento estudiado y en una red de afectos que se fue estructurando y fortaleciendo en Europa y en el resto del mundo con los más insignes especialistas en la obra del Cardenal alemán. Se acreditó así como uno de los más reputados investigadores de su pensamiento, haciendo de su vida, a semejanza de Nicolás de Cusa, una «caza de la sabiduría», obra cuya traducción nos dejó casi al final de su vida, tal como su autor la escribió también como su testamento filosófico.
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