Summary: | En marzo de 1968 la censura portuguesa impidió la presentación en la televisión pública del país, la única existente en ese entonces, de la comedia de Tirso Las quinas de Portugal, que representaba el más importante mito fundador de la nación portuguesa: en vísperas de la batalla de Ourique (1139), Cristo crucificado se le apareció al conde Alfonso Henríquez ofreciéndole las llagas de sus manos para que figurasen como un símbolo en el blasón portugués. En este artículo, se pretende comprender el razonamiento ético y político de los censores que evaluaron la obra, compuesta por uno de los más importantes dramaturgos del Siglo de Oro español.
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