Summary: | En este trabajo se aborda la relación que existe entre los sentidos y la arquitectura, en la caracterización de un espacio arquitectónico. Dotado de estímulos sensoriales, el espacio arquitectónico provoca reacciones en los usuarios, a través de la vivencia y experimentación del mismo. Las herramientas sensoriales permiten reaccionar ante los estímulos presentes en un espacio arquitectónico, a través de los conceptos de la sensación, la percepción, en la cual el cerebro ordena y codifica la información recibida por los órganos sensoriales, y de la emoción, como respuesta final. Los elementos arquitectónicos actúan como estímulos sensoriales, que inducen al ser humano a sentir experiencias positivas o negativas, dotando de carácter y personalidad el espacio arquitectónico, denominadamente: la forma, la escala, la proporción, la materialidad, la textura, el color, la luz y el sonido. Se presentan tres casos de estudio donde las experiencias espaciales son confortables y positivas, donde el agua es el elemento primordial, como son las Termas de Caracalla, los Hammam o baños árabes de Córdoba, y las Termas de Vals, y en contraste el Museo Judío de Berlín, donde las experiencias espaciales pretenden generar estímulos negativos como recuerdo a la mala memoria histórica. Como espacio experimental de esta temática fue realizado el ensayo proyectual consistente en un Centro de Bienestar en la ciudad de Matosinhos, cuyo espacio arquitectónico dotado de estímulos sensoriales junto al entorno natural de excepción de su emplazamiento, favorece la realización de diferentes actividades lúdicas, tanto a nivel físico como mental y espiritual.
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